Desde muy pequeña he sentido la necesidad de entender la vida, sus causas, sus misterios y los hilos invisibles que nos conectan.

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Mi camino me llevó del arte a la psicología y de la mente al corazón, hasta descubrir que el propósito no se encuentra afuera, sino dentro de uno mismo.
Hoy acompaño a las personas a reconectarse con su esencia, a recordar quiénes son y para qué están aquí.

 

Creo que cada encuentro es una oportunidad para sanar, comprender y despertar, porque cuando alineamos nuestra vida con el propósito del alma, todo vuelve a tener sentido.​​